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25 de maig 2007

Nostalgia... I guess!

Textos efímeros, que duran lo que dura la música. Los leemos una vez, nos deleitan una vez y quizás nos ponen la piel de gallina alguna vez... Textos de fantasía que, siguiendo el ritmo y la melodía, trasladan a otro mundo a quien está a su alrededor. Traducen a almas. En ellos puedes ver la fuerza interior, la delicadeza, la alegría, el dolor, la vergüenza, el desparpajo, la feminidad, la historia. Ese algo que nos une a todos está escrito en formas de expresión que existen desde que las personas bailamos.

El alma está en los pies, pies sin los que no habría movimiento alguno, perceptivos, flexibles, vivos... está en unas rodillas luchadoras y valientes que, tras una tela semitransparente, crean fuerza para que nuestros ojos puedan apreciar la vibración de la madre tierra reflejada en unas caderas... está en un estómago feliz de no tener complejos, sino vida propia... en un pecho que late incansable, como hace el corazón en su interior. Los brazos, ondulantes, rememoran siglos de historia, y su fuerza se convierte en delicadeza cuando alcanza a las manos... sin ellas, nada sería tan bello ni se desprenderían destellos mágicos. El alma está en la cara, quien tiene mucho que ofrecer cuando se permite a sí misma el lujo de dejar a un lado la concentración y consigue asincerarse con sus sentimientos. Está en la masa de cabello espeso y abundante que se expresa con libertad, culminando el gran flujo de vida que se desprende al son de la música.

Suenan vibraciones, viento, cuerdas y voces que avivan la llama de la música... hasta que ésta se apaga, dejando paso al silencio... entonces los textos mueren, desprendiendo un olor, todavía perceptible por unos momentos, para renacer cuando la música vuelva a sentirse muy dentro.


Lo escribí hace ya tiempo, pero lo tenía por ahí guardado... supongo que he vuelto a dar con él porque teóricamente estoy más centrada en otros asuntos, y eso hace que estos días me encuentre con la nostalgia de aquellos momentos en los que disfruto de la danza de esta manera. Leerlo me ha servido, por lo menos, para recordarlos... ahora he de hacer un último esfuerzo y ya tendré tiempo de que renazca!

2 comentaris:

Sònia... no tan fiera... ha dit...

Pues qué decirte nena!! Que es precioso también... y que a este paso, como sigas despistándote en lugar de estudiar, te acabarás el cinturón, el sujetador y todo lo que te pongan por delante...

Petons!!!!

Amina ha dit...

Jo també opino que és preciós, perquè és íntim i força personal. A més, parla de la força dels textos!
A veure si quan tens més temps ens ens escriu una narració nova, que segur que estarà superbé!
Petonets!