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28 de novembre 2006

Saad Ismail

Este fin de semana Georgina y yo hemos ido a otro taller, esta vez al del antropólogo (ejem... sociólogo especializado en antropología) egipcio Saad Ismail. Georgina estaba muy emocionada por el hecho de que Saad fuera antropólogo y a mi me llamaba mucho la atención su sistema de aprendizaje.

Y la clase no nos decepcionó, aunque no tuviera ningún orden y lo fuera improvisando... o quizás por eso. Nos explicó que el no preparaba sus clases sino que las iba haciendo en función del nivel de la gente que asistiera a ellas. Supongo que para alguna de las presentes eso debió ser un coñazo (había profesoras de danza, chicas que llevan mucho tiempo bailando profesionalmente...) pero yo lo agradecí.

Saad empezó enseñando el paso típico de hagala y explicando que la danza del vientre no tenía una metodología, una base teórica, por lo que se debía recurrir a la danza folklórica para dotarla de esta teoría. A partir de aquí la clase se desarrolló entre la explciación de un paso y la corrección de los errores que veía en la ejecutación del mismo por nuestra parte...

Yo sólo fui al primer taller, Georgi fue al segundo y podrá explicar más, pero lo que más me gustó fue su metodología en general por encima de sus famosos "7 u 8 niveles de la danza oriental". Nos explicaba el por qué de los pasos con ejemplos de lo más lógico: el "suelo" del desierto, el calor del sur de Egipto que hace que el cuerpo se mueva de manera diferente... lo veías corretear bailando por toda la sala, disfrutando como un loco y te contagiaba sin remedio.

Mis dos horas pasaron volando...

22 de novembre 2006

Barreges

No sé per quin motiu, però avui tinc ganes de deixar la petjada per aquest blog. Voldria trobar alguna cosa interessant que fes referència a les danses del món, però la veritat és que l’espescialista en aquest tema és la nostra Sònia i, que, posar-me a buscar per internet alguna informació, potser seria atabalar al personal.
Com ja heu vist, l’altre dia vam fer el taller de danses del Rajhastan de la Índia, taller que va ser molt agradable i divertit. Quan sortíem d’allà, la Sònia va fer un comentari que em va agradar molt. Va dir que la primera cosa que li agradava més de la dansa tribal era que es ballava en grup i la segona cosa era que podies combinar qualsevol tipus de dansa: índies, magrebines, àrabs, etc.
Era clar que d’alguna manera o una altra volíem introduir als nostres balls alguns dels passos que havíem après al taller. Totes vam acordar que, sempre que diguéssim al nostre públic que fèiem aquesta barreja, estaria bé. I és que a vegades ve de gust ballar més d’un tipus de música perquè simplement segueixes el ritme que et marquen els intruments, però que també et marca el teu propi cos segons les emocions que tinguis en aquell moment. Crec, doncs, firmament, que s’ha de ballar com ho sents. Tan de bo les coreografies deixessin un momentet de creativitat. O tan de bo les bailarines –no és el meu cas– es barregessin entre la gent en el moment final per deixar participar-la d’aquestes emocions, per expressar-se i divertir-se com mai perquè amb el moviment diem tot allò que no ens atrevim a dir. Quantes vegades no heu sentit la música i us han vingut ganes de ballar allà mateix?
En resum, animo a tota la gent que en aquells moments que vagi a un espectacle o senti una cançó, encara que no es pugui moure de la cadira, mogui els seus peuets o altres parts del cos com li dicti el seu cor, que es deixi alliberar, sense manies, sense saber si és un pas de dansa clàssica o de dansa del ventre. També animo a totes les bailarines de dansa tribal que no tingui por a combinar danses orientals, que no tingui por a la creativitat (però sempre amb una mica de gràcia, això sí!).

19 de novembre 2006

Danzas indias Kalbelya del Rajastán

Es la danza de las mujeres de la casta Kalbelya nómadas del desierto de Thar , magos y encantadores de serpientes. También conocidos como Sapera , mientras tocan los músicos , la bailarina imita la serpiente cobra con su gran elasticidad



Hoy por fin hemos ido al taller de danza Kalbelya que organizaba Aida e impartía Simona Jovic. Hemos llegado tarde pese a llevar impreso un mapa con la zona y la dirección, pero la verdad no había manera de encontrarlo si no conocías la zona. Así que unos 20 minutos más tarde hemos empezado a aprender.


El paso básico no es difícil, aunque el hecho de llegar tarde ha influido en que al menos yo no lo captara como quería... lo demás ha sido relamente divertido pese a que se me ha hecho largo por culpa del dolor de espalda y de la aglomeración de chicas que estábamos allí. La posición de las manos, la música, la alegría que transmite y lo mucho que te puedes llegar a divertir si lo puedes bailar con "tranquilidad"... creo que todos son puntos positivos!!!

Aunque como dice Gemma, es una pena que estos talleres se queden simplemente en eso: talleres. Porque si no lo practicas acabas olvidándolo... por suerte lo podemos aplicar en las coreografías de tribal que hagamos, así que sólo es cuestión de ponerse manos a la obra!!!

12 de novembre 2006

El tiempo...



Esta semana está siendo un caos para mi mente, además de para mi cuerpo... mi cuerpo ya me está dando las señales suficientes para que me pare un poco: llevo un ritmo que no es capaz de asimilar y lo pago en el momento que tengo dos segundos para descansar...

Lo de la mente ya es otra historia... el "curso" pasado estabamos tan metidas en todo esto que la idea del grupo parecía de lo más normal... ahora, cuando todas tenemos tantas cosas que hacer, cuando cada una tiene la cabeza en un sitio y el cuerpo en varios diferentes la cosa ya no está tan clara... No podemos reunirnos para ensayar y cuando lo hacemos sólo somos dos, así que no sé como seguirá la cosa...

Claro que sólo podemos bailar dos! Pero no se trata de eso... más allá de eso se trata de poder compartir momentos en los que disfrutar haciendo algo que nos ha unido a todas... porque ninguna de nosotras se conocía antes de compartir las clases de danza, porque posiblemente no teníamos nada en común: ni la edad, ni el momento, ni el espacio...

En fin, estamos en invierno... todas estamos estudiando... todas estamos ocupadas... tiempo al tiempo... espero que sigamos unidas de una manera u otra, que sigamos compartiendo algo que nos gusta, nos hace reir, nos ilusiona...

Vale, puede que me haya atrapado la tontería que llevo encima desde hace unos meses.. qué le vamos a hacer!!! El miércoles empecé a dar clases de danza oriental como profe y es algo que me ilusiona mucho y que espero que siga adelante... Y ayer volví a enseñar danza tribal, y ha repetido gente que ya estuvo en el primer taller, en el segundo y en los que he empezado este curso... y no sólo eso, sino que incluso me han sugerido cosas que quieren aprender: a maquillarse, a hacerse la ropa para el baile... no puedo quejarme de nada!!! De hecho a pesar del dolor de espalda que llevaba, en ese momento me sentí feliz, muy feliz...

Así que tiempo al tiempo....

09 de novembre 2006

Se convirtió en música

Ayer, estábamos en el vestuario al acabar la clase de flamenco cuando escuchamos una canción, diferente a las que nos ponen en clase. Entre la guitarra y las voces se escuchaban unos taconeos que, obviamente ninguna de nosotras podía estar haciendo, jaja. Así que no nos resistimos a la tentación y nos asomamos por la puerta porque hay pocas cosas que hagan más ilusión a un alumno que ver a su profesor bailar, o al menos a mí... y sinceramente, ¡qué deciros!

No sé como explicarlo, sólo puedo decir que Yolanda, mi profesora, se había convertido en música y que ni si quiera se dio cuenta de nuestra presencia. Vi años de esfuerzo, experiencia, personalidad, seguridad, felicidad y, sobre todo, mucho arte. En ese ambiente austero, de un simple y pequeño ensayo, nos mostró como la música se lleva siempre dentro, nos trasladó con ella a ese estado en el que al arte te toca el corazón.

Y pienso en qué se debe sentir cuando uno es quien tiene esos poderes mágicos para convertirse y transmitir tanto a los demás. Ahora entiendo mejor lo que quieren decir cuando hablan del "duende" en el flamenco. Ojalá llegue un día en el que destruya esas barreras que me pongo a mí misma y sea capaz de darme tanto que no recuerde que los demás están viendo mi interior, que esté totalmente entregada sólo porque la música y yo seamos una.